miércoles, 21 de enero de 2009

Frecuencias Bajas



Leer el texto, acompañado con este cello. Sólo para quienes tienen alma.






Teníamos nuestro espacio implícito: el que supimos construir.
Sí; era evidente:
No sabíamos convivir con moscas,
iridiscentes bolas de vaho, y ondas bajas para frecuencias altas. Muy bajas.
Una vez se despertó,
y era otra.
Tuve miedo; igualmente, lo oculté. Sabía que podía olerme si me acercaba: preferí tratar de acomodar sus hierbas como todas las mañanas.
La dejé durmiendo; pensé que iba a esperarme.
¡Incoherencia en su máxima expresión la mía!:
Ella no era ella, y yo; mampostería:
una carátula amalgamada a lo que temía,
un frágil troquelado ante su nuevo ser.
Cuando volví; estaba enredada en las nuevas vibraciones que habíamos compuesto en antaño.
Le tomé la mano pero quemaba. La solté.
Silente, la observé: sus palabras eran pátinas gélidas en su cálido aura; sus pies incorporaban fluidos de nuestros muebles altos que, en mi corta visión, carecían de vida.
Avasallante, dictaminó mi porvenir: guardar sus piedras salinas, sus gotas de cristal,
su dañino secreto.
Su mirada fija me elevaba, me moldeaba, hacía que viese la extrañeza de mi mundo particular y egoísta, me otorgaba mapas de movimientos sensoriales.
Embelezado con el falaz concepto de cándida mujer que me atrajo; estúpidamente,
le permití acercarse.
A su paso, atontaba mi intuición sobre su nivel de peligrosidad.

Cuando llegó, insensible, vi derretirse mi carne con su beso profundo.
Mis latidos raquíticos y trovadora mente, anestesiados por la mutación latente.
Muté y fue cuando la volví a encontrar. En los mapas, en sus plantas, en mis brazos, en vasijas, en mi tierra, en el viento, en el fuego…







Finalizar la lectura y escucha, tomarse unos minutos y contemplar la arcilla

lunes, 19 de enero de 2009

Pastel de Pus, Humilde como Gandhi..

Fe de Erratas:

Todas los horrores de redacción/inversión pobre del orden de las palabras son lisa y llanamente producto de mi ceguera.

Pastel de Pus

Pastel de Pus.


Ingredientes:

- Huevos, cantidad necesaria.
- Anticuerpos, cantidad necesaria.
- Cuerpo extraño, 1.
- Lápiz negro, uno.
- Horas de sueño, 8.
- Declaración, 1.
- Boca, 1.
- Sinapsis, cantidad necesaria.
- Reacción y reflejos, 70 kgs.
- Ojos, dos.

Horno: Oscilaciones entre de 0º a 320º cada 2´. No sobrepasar los niveles del factor oscilación. El calor aumenta el ritmo de las bacterias.
Frío:- 8º. Constante. La variación del factor puede atrofiar el pastel.

Numero uno. Entrar.
Numero 2. Mirar. En caso de observar tendencias y/o conductas agresivas, apelar a la diplomacia, retirándose por la tangente; ante manifestaciones amigables, contemplar la posible distensión de la charla. Propiciar el diálogo intimista.
Numero 3. Orquestar un buen argumento para el traslado de ambos. Pueden considerarse válidas la práctica de las siguientes estrategias: estructuras convincentes, lógicas/ sentido común, sensibilidad genérica del ser humano visceral stándard.
Numero 4. Habiendo practicado cualesquiera de las anteriores estrategias, se procede al cálculo de aproximación.
Nota: Es importante la comprensión nula de la estrategia por parte de la victima, caso contrario, se anula la ejecución del paso Número 4.
Cálculo de Aproximación: Posición de las manos. Calculo de trayectoria de las manos. Posición y trayectoria del torso en relación a la victima. Disposición del mobiliario en relación a la victima. Posición del cráneo de presa y trayectoria del mismo. Campo visual de la victima. Puntos muertos del campo visual de la victima.
Numero 5. Discriminación del arsenal lingüístico. Constatar la veracidad del material con el posible accionar. Ordenar la construcción léxica a utilizar.
Numero 6. Efectuar la declaración (“Te amo/Te odio/ Te dejo/Te casas conmigo/Tenemos un hijo/Tenemos un feto”). En caso contrario, replantear la estructura. Evaluar la misma desde el punto Número 3.
Numero 7. Esperar. Caso contrario, retirada final.

Servir frío. Muy frío.






martes, 13 de enero de 2009

Pica Mujer

“Fruto de la pulcritud del recién armonizado por las virtudes de la higiene radioactiva y el agua, posa sus manos sobre su cabeza, esboza una mueca llena de cinismo y seguridad y, altivo, gesta su arsenal lingüístico y gestual. Un descerebrado egoísta”

Sin rastros de inocencia, veía sus intenciones, evitando reparar ni un segundo en la sórdida sensación de soledad que sentía al dormir. En lo frío de su ropa sin una ella. En lo desesperante de sus amaneceres sin peleas de besos. En cenas escoltadas por el trabajo y la inercia.
No pensaba en aquello. No quería hacerlo. Porque en ese caso, tornaría de amenaza a victima del amor mal aprendido. De pervertido social a romántico errante.
No era lógico: estaría al margen de sus esquemas de odio, provocando la desorientación de reconocerlo su par. Un par al que llegaría a amar, si así se lo permitiese.


Mira el reloj: los minutos pasaban y seguía en la cama, excusada por las vitales e impostergables hipótesis, forjando su mejor vocación: defenderse del destino.




"Hay una manera, una manera desesperada, de conocer el secreto: es el poder absoluto de otra persona; el poder que le hace hacer lo que queremos, sentir lo que queremos, pensar lo que queremos; que la transforma en una cosa, nuestra cosa, nuestra posesión. El grado más intenso de ese intento de conocer consiste en los extreños del sadismo, el deseo, la habilidad de hacer sufrir a un ser humano, de torturarlo, de obligarlo a traicionar su secreto en su sufrimiento. En ese anhelo de penetrar el secreto del hombre, y por lo tanto, en el nuestro, reside una motivación esencial de la profundidad y la intensidad de la crueldad y la destructividad. Isaac Babel ha expresado tal idea en una forma sucita. Recuerda a un oficial compañero de la guerra civil rusa, quien acababa de matar a puntapiés a su ex amo: ´Con un disparo -digamos así-, con un disparo, uno sólo, se libra uno de un tipo... Con un disparo nunca se llega al alma, a donde está en el tipo y como se presenta. Pero yo no ahorro fuerzas, y más de una vez he pisoteado a un tipo durante más de una hora. Sabes, quiero llegar a saber qué es realmente la vida, cómo es la vida´.Es frecuente que los niños tomen abiertamenteese camino hacia el conocimiento. El niño desarma algo, lo dehace para conocerlo; o destroza un aminal; cruelmente arranca las alas de una mariposa para conocerla, para obligarla a revelar su secreto. La crueldad misma está motivada por algo más profundo: el deseo de conocer el secreto de las cosas y de la vida.


Don´t eat meat in the street