sábado, 13 de marzo de 2010

El dulce, el frío y el ausente



Recién vino a verme una amiga. En realidad, estaba de paso. La ví algo triste. Si estaba muy deprimida, lo ocultaba bien. O sólo no la veía hace mucho y quería saber cómo le había afectado el calor y las decisiones del gobierno sobre los alimentos. Nada profundo. Nada de interés.
Lo diplomáticamente correcto
Me contó que venía de la casa de un amigo que no había encontrado. En las manos, un paquete plateado y metálico con brownies de nueces y pasas decorados con dinosaurios rojos de Yummi pegados con más chocolate. Eran para jugar a ser nena, supongo.
Me contaba que eran para regalarselos a un chico que le gustaba. Cuando dijo "gusta", de la comisura de los labios se le calló al piso un "ama".
Fue muy detallista. Le sacó fotos y me las mandó por correo. También me contó que el tipo que la folla estaba ebrio y le hablaba por teléfono, mientras sólo pensaba en el tiempo que estuvo en el pórtico de su amigo, y las horas de cocción y elección de dulces para los brownies que nunca llegaron a la boca deseada.
No pude decirle mucho. Justo estaba en casa viendo un recital de Pixies.
Me dejó uno. Si yo hubiese sido el que tenía que comer y recibir ese rostro, me hubiese enamorado. Es muy bueno cuando no soy protagonista de esas tragedias cotidianas.
Qué buen recital.

El día de hoy hacen tres años que se suicidó el Mono, mi amigo, amigo de mis amigos, quien supo desenredar y tejer un sweater con el hilo de la vida. Dirías que Pixies es de putos y argumentarías obscenidades sobre Kim. Igual, me respetarías.




2 comentarios:

  1. hace mucho que no te veo online. el 29 y 30 de mayo viene misfiiiiiiits, weeeeeeei con cj ramone. cope cope copeee

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