Las Increíbles Aventuras

Hace algo así como 8 años, la vida es una seguidilla de situaciones alarmantemente incoherentes. Externas a mí. Muy externas a mí. Un "Diviértase por $2,40" constante. La gente a veces suele caminar y encontrarse una moneda, no suele caminar hacia su casa y encontrarse un montón de bomberos sentados en reposeras afuera del cuartel pagándole al pibe del delivery. La gente no suele revolear una moneda tentando al destino y que DESAPAREZCA en el aire. La gente no suele pensar que la desaparición de la misma es producto de su limadura y, al buscarla, pasen ancianas metiches preguntando si necesitás ayuda. A la gente los enfermeros no les suelen afanar el reproductor del MP3 cuando queda
en coma. La gente no suele ver cuatro chinos jugando a las cartas en cuero y calzón a las 4 y 20 de la madrugada de un sábado en un local entre abierto a la vía pública.


En no mucho, van a tener parte de las Increíbles Aventuras. No peco de presumida, no. Estas cosas pasaron y las voy a relatar como tales. ál Natural. A veces estaría buenísimo que no sean ciertas. Igual, sé que mis nietos me lo van a agradecer. Voy a escribir en mi diario: La abuela no se drogaba. Estas cosas pasaron en el año X.
Entre las que vendrán:

El buffet.
La Pensión.
La No muerte.
El robo a caballo.
Cuando decidís estudiar contrabajo.
Cómo tener birra dentro de un contrabajo.
La primera noche en un boliche gay.
La fábrica de sahumerios y los tíos Hare Krsna.
Por qué toleras a tu amigo adicto a Reik.
Imán de niños.
Por qué es importante saber que la margarina no es comida.
La comunidad de las Hermanas que ven el renacer sexual de sus hermanos.
La época violenta de fiestas.
El profesor de biología habla de la disquetera de tus compañeras con cuarenta primaveras.
Un tipo se enamora por portar armas blancas.
Cuando trabajás por inercia.
La Boca del Lobo.
Cuando tu papá tiene una santería.
Cuando tu familia es mormona.
Tres maneras de hacer un verano mágico.



Esto es prácticamente un panfleto de Mundo Marino. Vale la aclaración sinceramente. De ahora en más, acá estoy yo.